LUB Súper Liga – Aguada 91 – Plaza 90

Plaza cayó con Aguada en agónico final

Aguada derrotó 91 a 90 en el estadio Naviliat a Plaza de Nueva Helvecia, en la última jugada sacó Aguada con 0,7 décimas para el final de la mitad de la cancha, Craig repuso y asistió a Pablo Morales quien tuvo tiempo de tomar posesión del balón girar y tirar suspendido para ganar, en un final donde se instauró la polémica con un desastre arbitral y de la mesa de control.

¿Quién puede quitarle a la multitud de hinchas de Aguada que fue al Navillat, que hizo más de 100 km, la alegría de festejar una victoria cuando la misma parecía casi imposible?

La verdad que quienes tuvimos la suerte de presenciar el partido en Nueva Helvecia, vimos un partidazo, porque tuvo todo, siempre estuvo en el aire esa sensación que cualquier cosa podía acontecer. Pese a que por pasajes el aguatero llegó a tener rentas de hasta siete unidades.

El primer cuarto fue dominado en cuanto a juego por el visitante, ya que encontraba varias vías de gol, como nos tiene acostumbrados el equipo dirigido por Capalbo. Morales, a la postre el jugador que definió el partido, comenzaba derecho convirtiendo 10 unidades en el primer chico, a su labor aportaban en goleo tanto Pettigrew como Muro. La clave de Plaza para mantenerse en partido durante ese pasaje fue que lograron postear en varias ocasiones a Ruffus quien el inicio fue determinante convirtiendo 8 puntos. El final del primer chico fue 24 para Aguada a 20 del local.

Plaza terminada de ponerse en partido en el segundo cuarto gracias a la excelente figura de Mauricio Trasante, quien en ese lapso se puso el equipo al hombro y fue el abanderado de los “Celestes”, convirtiendo él y haciendo jugar a sus compañeros. Hasta ese momento el gran ausente en los de Nueva Helvecia era Jennings quien culminara el primer tiempo con tan solo 2 puntos.

Partido áspero, querían reinar las estrategias pero primaban las individualidades de ambos equipos para romper con los esquemas defensivos planteados tanto por Capalbo en filas aguateras, como por Ponce en los jugadores de Plaza.

El tablero electrónico señalaba 44 para Aguada a 43 de Plaza al cual el Rojiverde no lo podía quebrar ni en tanteador, ni en juego. Los locales jugaron un gran partido y nunca dieron por perdida una pelota, vendiendo carísima la derrota.

Aguada sostuvo a lo largo del partido, un goleo más parejo, como lo viene haciendo a lo largo de esta Súper Liga y también lo hizo en el clasificatorio. Los primeros treinta minutos de basquet marcaban 69 para los de la calle San Martín a 63 de los de la calle Guillermo Tell, parecía que el partido se quebraba.

Timothy Jennings por fin fue el jugador que Plaza necesita, en los últimos diez minutos de juego, convirtió 7 unidades (de sus 18 puntos en el global en su goleo), sumado a lo que aportaba Trasante y a la labor en la tabla de Ruffus metieron nuevamente en la pelea al locatario. En la base de esta arremetida fue fundamental la defensa, los dirigidos por Ponce con marca a presión sobre el porta balón, cortando las vías de pase y cambiando las defensas por pasajes hombre y por momentos a defensas zonales complicaron y mucho a Aguada.

El comienzo del final marcaba que a falta de 1:00 minuto para terminar el partido, Aguada perdía el balón sin tirar al consumírsele los 24 segundos reglamentarios con el partido 89 a 87 a su favor. En la recarga le cometen falta personal en una jugada sucia a Jennings, quien va a la línea de libres y convierte los dos lanzamientos para empatar el marcador en 89 por bando, restando 31 segundos para el final.

Aguada intenta estirar lo más posible casi el medio minuto que restaba por jugarse en manos de Diego González quien “pinchó” el balón la mayor cantidad de segundos que pudo. Apretado por los 24 segundos de posesión Craig se eleva marcado sobre la pintura, los jueces pudieron cobrar falta por el roce con los defensas pero no resultaba un foul evidente, no pitan y el disparo del nacionalizado uruguayo no se cristaliza en doble. Plaza tenía en sus manos el partido con 8 segundos para el termino del tiempo reglamentario, corre la cancha y es Galeano en la marca de González quien recibe la falta pitada por los jueces.

El salteño venía de marrar dos lanzamientos libres hacia menos de minuto y medio, tenía la responsabilidad en sus manos a falta de 0,7 décimas de convertir los libres que le otorgaran a Plaza la victoria, dado que el marcador seguía empatado en 89 para cada lado. Galeano podía también convertir el primero y tirar a errar el segundo para que corriera el reloj y terminara el partido. Lo que pudo haber pasado solo sirve como anécdota o un ¿que habría pasado? típica frase en potencial, en vana pregunta.

Lo que si se dio fue que Galeano erra el primer libre, de esta manera marraba su tercer libre en forma consecutiva pero le quedaba el del estribo, la pelota viajó al aro y fue adentro. 90 para Plaza a 89 de Aguada a falta de 0,7 décimas y Capalbo tras haber pateado por el foul sancionado sobre el 7 de Plaza (literalmente un cartel de estática debajo de la mesa de control sin ser sancionado) pide tiempo para intentar organizar la hazaña.

Aguada repuso por intermedio de Craig (cosa que llamó la atención dado que con su reposición el Rojiverde perdía a un hombre alto como posible receptor en el poste bajo), tras cortinar Morales recibe el balón, gira y en suspensión logra lanzar y la pelota ingresa en el aro, de esta manera Aguada ganó 91 a 90. En medio de una ebullición de sus hinchas y de quejas por doquier sobre los jueces, en los diferentes estamentos de Plaza, jugadores, técnico, dirigentes y parciales, quienes en su mayoría le recriminaban a Álvaro Fernández el haber validado el doble al acercarse a la mesa.

¿Quién puede quitarle a la multitud de hinchas de Aguada que fue al Navillat, que hizo más de 100 km, la alegría de festejar una victoria cuando la misma parecía casi imposible?

Nuestra labor periodística nos obliga a acercarnos lo más posible al profesionalismo al tiempo que nos aleja o nos debe alejar del subjetivismo personal, por arriba de cualquier equipo o camiseta de la cual podemos ser hincha.

Opiniones encontradas se generaron por el final, tanto por la forma en la que se dio el mismo, como si el tiro de Morales al reponer Aguada a falta de 0.7 décimas debió ser convalidado o el tiempo en el que se dio la última incidencia fue adentro del reglamentario o de lo contrario debió ser victoria de Plaza.

En un final teñido por acontecimientos con ánimos muy caldeados por lo apasionante del partido, por fallos polémicos para ambos lados, técnicos cobrados a los bancos, etc, la gran discusión se dio tanto en la mesa, como con los árbitros, con los jugadores, sumados los hinchas y por supuesto en lo reglamentario que es lo que debe o debería primar en primer caso.

Varias son las versiones, provenientes por diferentes fuentes que tuvimos estando presentes en el estadio, con dirigentes, técnicos y jugadores sobre el tiempo reglamentario para ser efectuado el último tiro y en que forma.

Lo cierto es que el juez Álvaro Fernández según dichas fuentes explicó antes de la jugada que en 0,7 décimas que restaban un jugador podía tomar el balón y lanzar a tiempo antes que la chicharra anunciara el final. Según diversos testimonios no necesariamente debía ser solo un “cachetazo” la única opción posible para Aguada.

En la cancha al menos, el pase de Craig a Morales y la toma del balón de este último para a su vez girar, levantarse en suspensión y tirar no debió ser validada porque resulta casi imposible que el 10 aguatero haya podido hacer todo eso en 0,7 décimas para el final.

Fuente: basquettotal.com

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